Amapola gira su cabeza, sabe que estoy en algo incorrecto, pero está esperando a que sola me de cuenta, no importa, no la reprocho, sé que es mi amiga y lo hace porque me quiere.
El problema es que hay demasiada gente en mi casa, tanta, que incluso termino sintiéndome una visita más aquí. No soy dueña de nada y no pertenezco a ni un lugar, esa, hasta ahora es mi única conclusión -o síntesis- de los hechos.
Voy a tener que volver a las listas.
Voy a tener que buscar otro demonio a quien venderle mi alma, para volver a (des)ilusionarme otra vez.
Así funciona mi vida (y mis múltiples muertes).
Siempre voy a ser extranjera en todos lados. Siempre seré "el bicho raro", descolocada y des-contextualizada. A veces me molesta, a veces no, así que en realidad no debería preocuparme.
Me voy a sentar tranquilamente hasta que entre otra vez en fase maníaca y me ponga a trabajar en algo.
Eso sería, he dicho.
Cariños, ML
Pd. Ya no soy Miss, ahora si que soy Madama.
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