martes, 4 de junio de 2013

Se me olvidó como se escribe.

Así que mejor, para no sentirme ingrata conmigo misma, mi fiel lectora, lo haré aunque crea que últimamente estoy perdiendo todos mis súper poderes. Algo tendré que inventar.
Amapola gira su cabeza, sabe que estoy en algo incorrecto, pero está esperando a que sola me de cuenta, no importa, no la reprocho, sé que es mi amiga y lo hace porque me quiere.
El problema es que hay demasiada gente en mi casa, tanta, que incluso termino sintiéndome una visita más aquí. No soy dueña de nada y no pertenezco a ni un lugar, esa, hasta ahora es mi única conclusión -o síntesis- de los hechos.
Voy a tener que volver a las listas.
Voy a tener que buscar otro demonio a quien venderle mi alma, para volver a (des)ilusionarme otra vez.
Así funciona mi vida (y mis múltiples muertes).
Siempre voy a ser extranjera en todos lados. Siempre seré "el bicho raro", descolocada y des-contextualizada. A veces me molesta, a veces no, así que en realidad no debería preocuparme.
Me voy a sentar tranquilamente hasta que entre otra vez en fase maníaca y me ponga a trabajar en algo.


Eso sería, he dicho.
Cariños, ML
Pd. Ya no soy Miss, ahora si que soy Madama.

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