Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar (nauseas)

La verdad, es que siempre he querido ir al festival y nunca e tenido la oportunidad de ir. Recuerdo que desde bien chica, deseaba ir a ver el show de algún artista que me motivara en ese momento, pero siempre existía una razón para una vez más, quedarme en la casa y verlo por la tele comiendo alguna cosa. Es que el Festival es algo así como una tradición en cualquier hogar chileno, es parte de nuestro patrimonio. Ahora bien, también recuerdo que hace aproximadamente unos 5 años, deje de verlo. ¿La razón? Sencillamente, la cosa se chacreo, así es, creo que en todo este cuento, lo que marcó el comienzo del fin si no me equivoco fue la llegada de ese bulto de silicona con piernas llamado Luciana Salazar. De ahí en adelante, si la cosa de los artistas ya venia en picada, empeoro aun más, es que ¿donde diablos quedaban las reinas BONITAS? Las soberanas de Viña, de ahí en adelante, han sido solo allegadas buscando pantalla y la pelea por el trono solo se a convertido en una carrera de quien muestra más. Que asco.
Y eso no es todo, aun falta lo peor. Mi madre siempre me cuenta de los festivales de antaño. Grandes artista de renombre nacional y en su mejor momento se paseaban por el escenario de la Quinta, y si lograban domar al monstruo, este le prendía antorchas y el espectáculo se volvía realmente hermoso, me dan escalofríos de solo pensar que se pasaría por la mente del artista al ver esa recepción, al imaginarse lo que producía la música en sus espectadores y como no, también pienso en la emoción de estar presenciando un show de semejante calidad, los temas que te hacían vibrar en esos años de la boca del propio autor/interprete/compositor.
Bueno y ni hablar entonces de la competencia en si, la cual (tanto la internacional como la folclórica) a pasado a ser no mas que un break en el que todos pifian pidiendo al artista que sigue.
Hace un par de meses que venia tratando de averiguar quienes sonaban para el 2010. Se escucharon nombres inalcanzables realmente pero como siempre, "en conversaciones". Y hoy, me entere de los confirmados, los "platos fuertes".

Festival del bicentenario? Dios, por favor... Raphael, Don Omar, Miranda!, Paul Anka, Américo, Reik, Tito El Bambino? Tremenda parrilla! Cerebros de cucaracha! Creo sinceramente que el Coco es lo único que salva... Obligada a ir a verlo a el y luego irse... Si es que.

Y creo también que me causa nauseas... (al que me venga a decir que para que voy, si no me gusta no lo veo o cualquier otro blabla, LO GOLPEO y si lo piensa, que se joda).
Como bien dijo una amiga, no entiendo por qué se habla de parrilla si debería entonces tener de todo. Pero es que de verdad no puedo creerlo, ¡Américo! Para la otra mejor renombran el evento como la Cumbre de la Pachanga. ¿Es que creen que a la mayoría de los chilenos les gusta bailar ese tipo de "música"? Bueno, de hecho creo que no se equivocan, no se como nos podemos hacer llamar un país desarrollado, si la gente en países desarrollados baila otras cosas, el reggetoon y la cumbia es lo peor en otros lugares del mundo y sin embargo acá es vitoreado. Mejor no sigo rabiando y pido mis tres deseos:
1. Que el show del Coco logre salvar el Festival este año.
2. Que algún día pueda asistir a la noche del Rock chileno.
3. Que el señor Daddy Yankee y compañía sea derribado por algún jabalí volador.
Eso sería, he dicho.